Akai ito es una historia que me parece de lo más tierna difundida por Japón. La traducción literal es “hilo rojo”. Ha sido un tema que tanto en literatura como en manga, anime y en la gran pantalla se ha visto.
¿Y de qué va todo esto del “hilo rojo”? Pues en el país del
sol naciente el hilo rojo del destino nos une a la persona con la que estaremos
unidos toda nuestra vida. El hilo es invisible al ojo humano. Puede alargarse,
tensarse pero nunca romperse. En Japón se dice que este hilo lo tienen las
personas cuando nacen. Abarca todo tipo de lazos (filiales, con hermanos,
amigos y también tu pareja).
Es una manera de apreciar los lazos que nos unen a todos a
lo largo de nuestra vida, aprendiendo a valorarlo siendo transmitidos de padres
a hijos.
Las versiones varían. Una versión proviene de China. La historia
nos cuenta una vieja leyenda donde el abuelo de la Luna ata un hilo rojo en la
muñeca de cada niño cuando nacen. Ese hilo está atado a otras muñecas de otros
niños y personas que el niño va a tener que ir conociendo a lo largo de su
vida. A medida que crece los hilos se van acortando y acercando a aquellas
personas que van a ser de valor en nuestra vida y que aprenderemos algo nuevo
de ellas. Claramente la historia es anónima. Hay otra leyenda que se cuenta en
China acerca del hilo rojo del destino pero cuyo personaje vemos a Wei Gu que
se encuentra con un viejo anciano que le dice quien sería su amor y que “el
destino no puede ser cambiado por el hombre. Entendiendo esto la pareja de ahí
en adelante se hizo más respetuosa el uno con el otro”. Otra leyenda, esta vez
japonesa, relata:
“Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de
que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien
tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante
su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el
otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que
sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir
el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina
con un bebé en los brazos ofrecía sus productos.
Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se
detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador
se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el
emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la
campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo
que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que
detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza. Muchos años después, llegó el
momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor
fuera que desposara a la hija de un general muy poderoso.
Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el
momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo
con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente. Al levantárselo, vio
que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.”
El hilo rojo
del destino es popular en temas de música (por ejemplo canciones de Kobukuro, Yui
Aragaki o Kanon Wakeshima, entre otros) y en mangas como “Akai ito” de Miyasaka
Kaho. Hasta incluso un dorama basado en uno de los best-seller de 2007 de
novela transmitida a través de móviles que se centra en dicho mito. En este caso
el hilo conecta a la joven pareja Mei y Atsushi y el dorama de apenas 11 capítulos
nos ponen en la piel de los protagonistas viendo los difíciles obstáculos que
tienen que superar por estar juntos.
¿De quién estaremos predestinados a encontrarnos a lo largo de nuestra vida?
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